Cuatro errores comunes al utilizar publicidad en pantallas LED

Invertir en una pantalla LED con el propósito de publicitar un negocio es una elección tan innovadora como popular hoy en día. Aún con lo que implica la inversión, muchísimas empresas están viendo cómo las pantallas publicitarias en base a tecnología LED son el futuro más próximo, ya reemplazando a las vallas publicitarias que bien conocemos.

Sin embargo, debemos continuar tomando buenas decisiones en materia de publicidad aún después de comprar e instalar una pantalla LED. Para obtener el máximo beneficio de la inversión, debemos ser vigilantes y cuidadosos en la manera en la que utilizamos las pantallas LED gigantes.

En este sector, los errores cometidos son varios y frecuentes. Si estas por instalar una pantalla publicitaria para tu negocio, cuídate de evitar los siguientes errores.

Cuatro errores comunes al utilizar publicidad en pantallas LED

Desaprovechamiento de la tecnología

 

Suele pasar que, por falta de creatividad, disposición o tiempo, empresas con pantallas LED gigantes bien capaces desaprovechan su potencial. Deciden utilizar imágenes estáticas en vez de vídeos llamativos o reciclan algún recurso publicitario que utilizaron en otro medio, el cual probablemente carece de las características adecuadas.

Cuando se invierte en pantallas publicitarias, hay que ser conscientes de lo que éstas pueden ofrecer. Como propietarios, tenemos la gran necesidad de explotar al máximo la inversión y obtener el mayor de los beneficios posibles, cosa que solo se puede lograr al darle el correcto uso a las pantallas.

Recursos publicitarios inadecuados

 

Existen muchas empresas que, efectivamente, están muy emocionadas e ilusionadas por su nueva pantalla LED. Sin embargo, producto de esta emoción ocurre que utilizan cualquier cosa con la finalidad de mantener su pantalla funcionando día y noche, impacientes por ver los resultados.

Las pantallas publicitarias LED, siempre dependiendo del tipo de instalación, requerirán recursos publicitarios adecuados, condicionados en múltiples sentidos. A continuación, algunos de los puntos a tener en cuenta:

  • Dimensiones incorrectas: Los contenidos visuales deben ser fieles a unas dimensiones predeterminadas, las cuales definirán si las imágenes o los vídeos se aprecian correctamente.
  • Letras pequeñas: Ver en una pantalla convencional un anuncio que pensamos utilizar en pantallas LED gigantes puede ser engañoso. El tamaño de las letras es uno de los problemas más habituales cuando no se presta suficiente atención. Deben ser lo suficientemente grandes y proporcionales según las dimensiones de la pantalla y su ubicación con respecto al público.
  • Baja calidad: Una producción de contenido descuidada y de aspecto barato puede hacer daño. Hay que asegurarse de utilizar visuales de alta calidad, especialmente cuando se trata de pantallas que apreciarán a una corta distancia.

No entender los tiempos de quien visualiza

 

Cada día vamos más escasos de tiempo. Esto aplica para el público al cual queremos llegar. Por ello, es contraproducente apostar por mensajes que superen los 10 segundos de duración. Esto es especialmente cierto para pantallas LED gigantes en grandes avenidas, por ejemplo, donde parte del público objetivo está conduciendo.

Por ello, hay que entender los tiempos del público que visualiza. En la mayoría de los casos, tales tiempos son bastante cortos. Esto nos obliga a formular los mensajes de la manera más directa y simple posible. Mientras que usar una imagen estática puede ser una estrategia muy poco creativa, agregar animaciones que hagan del mensaje más dinámico puede ser una solución eficaz.

Despreciar la diversidad

 

No hay que engañarse: el público se da cuenta de las fallas en nuestra marca y nuestros esfuerzos en publicidad. Cuando hacemos un esfuerzo débil en materia de publicidad y marketing, se nota y es contraproducente.

Relativo a las pantallas publicitarias es el uso excesivo de un mismo material visual. Puede que no tengas un equipo audiovisual in-house pero utilizar recurrentemente el mismo mensaje, por días y semanas sin variar demasiado, reflejará una imagen de descuido y desinterés por parte de la marca.

Aun cuando tengamos el objetivo de proyectar un mensaje en particular a través de nuestras pantallas LED gigantes, caer en la monotonía es un riesgo importante. Despreciar la diversidad en los mensajes publicitarios que utilizamos es uno de los errores más graves, pues reduce el impacto favorable en el público y construye un consenso negativo de la marca.

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